Cuando uno hace un viaje a un sitio nuevo, normalmente se decide por uno que le llame la atención. Lógicamente, nadie va a ir de vacaciones a un lugar que no le parece lo suficientemente atractivo como para conocerlo. En mi último viaje, fui a Granada para conocer la Alhambra. Era algo con lo que siempre había soñado, antes incluso de ser historiador del arte. Debí haber visto alguna película de dibujos animados o algo en lo que apareció esta magnífica ciudad andalusí. Sea cual fuere el motivo por el que todavía hoy adoro este emblemático lugar, lo cierto es que fui para conocerlo y terminé por enamorarme de otro pueblo granadino: Guadix.

Un auténtico paraíso, así se define uno de los lugares más impresionantes y exclusivos que España brinda a los viajeros del mundo entero: Mallorca. Más concretamente, sus calas representan la viva historia de la oceanografía mallorquina, todo un lujo que sin lugar a dudas ha dejado huella en el corazón de cuantos han tenido oportunidad de conocerlas. Rodeadas de aguas mediterráneas, las calas de Mallorca son uno de esos sitios de España que han de visitarse alguna vez en la vida. Por ello hoy, nuestra propuesta es una clara invitación: sumérgete en el Mediterráneo y simplemente disfruta de este intenso y sosegado viaje.

En España, concretamente en la comunidad autónoma de Castilla y León, se encuentra uno de los asentamientos naturales más encantadores y exclusivos a nivel internacional. Puentedey, como se denomina a este pueblo de Burgos, es digno de admiración. Ubicado sobre un peñasco macizo cubierto de la más exquisita vegetación, Puentedey representa uno de esos lugares magníficos del mundo que no ha de perderse de vista. Sobre el puente al que brinda honor su nombre, se asienta una iglesia de traza románica. A sus pies, el río Nela de los Montes de Somo.

Gran parte de los pueblos de España debe su honor al asentamiento judío que los tomó como base para establecer su cultura en tiempos de antaño. Ligada a la cultura, la historia que hoy conocemos de muchos de estos pueblos incluye capítulos en los que los judíos dejaron marcada su huella. La mayoría aún conserva señas de identidad de la época medieval en la que se establecieron los judíos y uno de esos pueblos es Besalú.

Ubicado en Girona, Cataluña, Besalú es uno de esos destinos turísticos que sirve no solo para conocer nuevos lugares de España, sino también para abrir paso al conocimiento de parte de la historia de nuestro país. De hecho, Besalú es uno de los pueblos españoles que pertenece a la red de juderías de España, junto a otros como Monforte de Lemos, en Lugo.

Tanto si tienes niños como si no, este fin de semana te proponemos un viaje que no podrás olvidar; Te enseñamos el pueblo que conquistaron los pitufos en 2011, Júzcar.

Se encuentra en la Serranía de Ronda y pertenece a la provincia de Málaga, pero antes de llegar los pequeños seres azules, este municipio fue morisco hasta la conquista cristiana. De aquella época, sXVI, todavía podemos observar la Iglesia de Santa Catalina, a día de hoy, es la construcción más antigua del pueblo.

Sin perdernos por la historia, también debemos destacar que en Júzcar se encuentra la primera fábrica de hojalata de España, construida en el siglo XVII y de la que aún quedan las ruinas a orillas del río Genal.

¿Quién no desearía perderse unos días en un lugar donde abunde la tranquilidad? Si es tu caso, hoy te proponemos una escapada a Almagro, un pueblo de Ciudad Real tan encantador como único. Y es que cuando uno está cansado de andar siempre estresado y viviendo en la rutina más monótona y aburrida no hay nada mejor que disfrutar de unos diítas de descanso en compañía de la familia.

Si a ello sumamos la idea de irse de turismo rural a un sitio que nunca antes hayamos visitado y que se caracteriza por ser un enclave turístico y por ser un importante conjunto histórico-artístico, la oferta resulta cuanto menos tentadora.

Si hay un lugar en el mundo que destaque por sus innumerables monumentos de interés arqueológico donde se pueda apreciar el paso de los años, ese es Tarragona. Con nada más y nada menos que catorce sitios declarados Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, Tarragona conforma una de las ciudades españolas con mayor encanto turístico, donde las ruinas romanas y sus preciosos paisajes invitan a todos los turistas y viajeros a conocerla y lo que es mejor, a volver a repetir experiencia.

Tarraco, una antigua ciudad romana y una de las principales ciudades de Hispania durante el Imperio romano, ocupa la mayor parte de los establecimientos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Uno de los motivos de esta contundente declaración es la importancia tan destacada que cada uno de esos catorce lugares supone para la Arqueología e incluso la Historia de la propia Tarragona.

Siempre hemos escuchado que “de Santurce a Bilbao hay que ir por toda la orilla”, por la del río Nervión, que divide la ciudad bilbaína en dos, haciendo una separación perfecta entre lo antiguo y lo moderno.

En este blog hemos conseguido llegar al norte sin perderlo, aunque todo el norte de la península es para volverse loco por sus paisajes y su gastronomía. Pero hagamos parada en la capital de Vizcaya, dejemos las maletas en una casa rural y dispongámonos a disfrutar de la magia de una comarca donde la mitología cuenta que se trata de un lugar de duendes y brujas.

¿A quién no le gustaría perderse por esas calles estrechas de la Ciudad Imperial? Por su ubicación geográfica en el centro de la Península, Toledo supone una buena alternativa para pasar unos días de ensueño en un paisaje mágico lleno de historia.

Los inicios se remontan a la Edad de Bronce pero fue a partir del año 193 a.C, con la conquista romana, cuando podemos observar gran parte de las construcciones que hacen de esta ciudad un lugar con mucho encanto. Dicen que es la segunda Roma. Caminantes, el verdadero camino se hace al andar por Toledo, cuna de grandes artistas, inspiración de otros tantos y sede de los Reyes Católicos.

Hoy nos gustaría hablaros de un lugar propuesto como Patrimonio de la Humanidad, Albarracín, localidad situada al suroeste de Teruel.

Sus calles empedradas, sus cuestas, que cuando las alcanzas ya estás más cerca de las nubes, y sus paisajes de noble naturaleza, hacen de este rincón de España una de las localidades con mayor belleza de la Península. Para los amantes del turismo rural es de obligada visita. Y si quieres disfrutar de un viaje lleno de historia, te recomendamos que lleves calzado cómodo, porque en Albarracín hay mucho que ver.